Después de una trepidante semana de fiestas y de muchos y muchos días de preparativos, damos por finalizado el Carnaval, una celebración que en Vilanova i la Geltrú cuenta con una extraordinaria tradición.

Las personas residentes y el equipo de la Llar Residència Pàdua no nos hemos perdido ni uno de los actos carnavalescos. Hemos decorado toda la casa y también hemos participado conjuntamente con el Club Social Garraf y con el programa Joves Garraf en la decoración de la calle Padua. Hemos preparado xatonada, el plato estrella del Jueves Lardero en Vilanova, y hemos visitado la exposición “Salir bordados. Los mantones de Manila” en el Centro de Arte Contemporáneo La Sala, una exposición sobre estas prendas de ropa que forman parte inequívoca del carnaval vilanovino y que cuenta con algunos ejemplares de mantón de manila hechos con lujosas telas y bordados con una técnica cuidadosa y unos diseños exquisitos.

Además, el viernes por la noche salimos al Arrivo, la llegada de Su Majestad el Rey de Carnaval a Vilanova, el rey de los tarambanas que recibimos con la licencia filológica de poner una v al verbo “arribar” (“llegar” en catalán). Y el domingo fuimos a las Comparsas, el punto álgido del Carnaval de Vilanova i la Geltrú, el día grande de la ciudad, el día en que Vilanova se transforma, cambia de color, de aroma y de cara. La fiesta de los miles de comparseros y comparseras que salen a la calle para saltar y bailar con unas setenta banderas y decenas de charangas y grupos de música que los acompañan. Una jornada que culmina con batallas de caramelos en la plaza mayor de la ciudad.

Después del entierro de la sardina de ayer, cargaremos fuerzas y esperaremos con ganas el próximo carnaval. Una fiesta en la que hacemos comunidad, red y mucha juerga.